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jueves, 23 de junio de 2011

La I+D en españa

La I+D en España:
el V Programa Marco y
el Plan Nacional 2000-2003

Las distintas políticas de Investigación y Desarrollo en España llevadas a cabo desde los distintos Ministerios empiezan a coordinarse a través de la Oficina de Ciencia y Tecnología (OCYT), dependiente de Presidencia de Gobierno. Francisco Ferrándiz, Vocal Asesor de Relaciones Internacionales de esta Oficina, participó en las Jornadas Técnicas de la Red en sustitución de Fernando Aldana, Director de la OCYT. En su intervención, Ferrándiz presentó la Propuesta de nuevo Plan Nacional de I+D (2000-2003) y trató los aspectos innovadores del V Programa marco de I+D de la Unión Europea. A continuación recogemos un resumen de la presentación de estos dos grandes proyectos.

Retos del Plan Nacional de I+D

El nivel tecnológico de las empresas españolas es sensiblemente inferior al de sus competidoras en el contexto internacional. Así, existen muy pocas empresas que realicen de forma continuada actividades de I+D. Además, la relación de I+D con los centros públicos es limitada o inestable y existen dificultades de absorción de tecnologías emergentes competitivas. Por otra parte, la estructura actual de los grupos de I+D del sistema público, muy atomizada, no facilita la satisfacción de las demandas de los sectores productivos y sociales, de ahí que la oferta tecnológica no se adecue a la demanda, que sea difícil realizar acciones estratégicas multidisciplinares de cierto volumen y que la utilización de grupos consolidados como motores de la innovación sea muy deficiente.

Se puede decir que gran parte de las carencias detectadas en el sistema de Ciencia-Tecnología-Empresa (C-T-E) español tienen su raíz en el bajo nivel cultural científico-técnico de todos los sectores de la sociedad española. Como consecuencia de esta situación existe un escaso interés en difundir el resultado de la actividad investigadora, los medios de comunicación dedican poca atención a este tema y, en definitiva, la ciencia y la técnica están poco valoradas en la enseñanza secundaria.

Para elaborar una propuesta de actuación en el Plan Nacional de I+D se han llevado a cabo una serie de estudios de demanda y prospectiva. Mediante un estudio bibliométrico, el CSIC ha analizado la producción científica española; se ha hecho también un análisis comparativo entre las prioridades temáticas españolas y las previstas en el V programa Marco de I+D de la Unión Europea, tarea realizada por el CDTI; finalmente, se ha realizado, por parte de la Unión Europea, un estudio prospectivo comparativo en diferentes países y áreas. Además, en colaboración con la Fundación COTEC, se ha hecho una evaluación de las necesidades tecnológicas de las empresas españolas y de algunos sectores públicos.

Ante un panorama como el descrito, la CICYT entiende que el esfuerzo que se debe realizar en I+D desde los poderes públicos ha de tener tres objetivos fundamentales:

- poner la I+D al servicio del ciudadano y el bienestar social.

- mejorar la competitividad de la empresa española.

- incrementar el conocimiento del mundo, los seres vivos, el hombre y la sociedad.

Dentro del Plan Nacional de I+D, la investigación básica se centra en una serie de áreas científico-técnicas como son la biomedicina, la biotecnología, las tecnologías de información y comunicaciones, las investigación sobre materiales, los procesos y productos químicos, el diseño y producción industrial, los recursos y tecnologías agroalimentarias, los recursos naturales y la socioeconomía. El desarrollo de instrumentación espacial queda contemplado como una de las acciones estratégicas incluidas en estas áreas sectoriales. El Plan Nacional de I+D debe contemplarse en su contexto europeo, que lo vincula directamente al Programa Marco de I+D y a los Fondos Estructurales. Así, uno de los objetivos macroeconómicos del plan consiste en el acercamiento del gasto en I+D a la media europea: se prevé un gasto del 1,2% del PIB en el año 2003, con un incremento lento y continuo. Otro de los objetivos es conseguir un esfuerzo privado superior al público, alcanzando el 52% de gasto privado en I+D en el año 2003.

Perspectivas españolas ante el V Programa Marco de I+D

Con una asignación de 14.960 millones de Euros, el V Programa Marco de I+D de la Unión Europea (1998-2000) supone un incremento de más de mil millones con respecto al IV Programa (1994-1998) que, a su vez, duplicaba los fondos destinados a su antecesor. España se encuentra entre los seis países comunitarios con mayor aportación a la financiación del IV Programa Marco, con un 6,5% del total (unos 195.000 millones de Euros), después de Alemania (28,7%, el mayor contribuyente), Francia (17,5%), Reino Unido (12,3%) e Italia (12,1%).

Como valoración global de la actuación de nuestro país en este contexto podemos decir que España se está comportando globalmente de manera satisfactoria en el IV Programa Marco de I+D, con un retorno medio acumulado desde el comienzo del IV Programa Marco del 6,3%, muy similar a la aportación realizada. Existen, no obstante, diferencias apreciables en los retornos obtenidos de unos programas específicos a otros. Si bien es importante conocer las cifras de retornos y analizar su relación con las aportaciones, es aún más importante determinar su calidad. Por calidad de retorno se entiende la mejora de la competitividad resultante o potenciada por la participación, la valoración de los resultados obtenidos por la participación en actuaciones futuras en la entidad participante y un incremento de la cooperación entre agentes a nivel nacional e internacional.

El V Programa Marco de I+D aparece en un momento histórico de crecimiento económico sostenido en España. Para la gran empresa no constituye un elemento clave de financiación para la realización de sus proyectos de I+D, pues está mucho más preocupada por su posicionamiento estratégico (alianzas tecnológicas estratégicas) y, además, la influencia de las filiales de compañías multinacionales en determinar la estrategia de I+D es menor. En cuanto a las PYME, su capacidad de trabajar a medio o largo plazo está limitada por la disponibilidad de recursos financieros y la necesidad de absorber tecnología, y su relación con las grandes empresas es menos estrecha.

Desde el punto de vista del sector público, un porcentaje significativo de los grupos de I+D públicos no han participado en el IV Programa Marco. Una temática alejada de sus intereses o experiencia previa, la disponibilidad de fondos suficientes en el sistema Ciencia-Tecnología-Empresa, la falta de experiencia en proyectos de I+D de carácter internacional y la dificultad de participación en consorcios con empresas españolas han sido algunas de las razones que explican su ausencia en el IV Programa Marco. Sin embargo y paradójicamente, los grupos de I+D públicos más competitivos de nuestro país están saturados.

No obstante, en general se puede decir que nuestro país se ha adaptado bien al IV Programa Marco. Las empresas y los centros de investigación españoles se han internacionalizado, la participación de los usuarios y de las PYME ha sido buena y, además, se ha contado con apoyo institucional organizado (CICYT). Ha habido, sin embargo, una serie de puntos débiles en la participación española en el IV Programa Marco: el porcentaje de participación en los consorcios ha sido reducido, ha habido dificultades para crear consorcios con fuerte presencia española, ha habido una escasa difusión y explotación de los resultados obtenidos y se ha producido una fortísima concentración regional.

En un contexto europeo en que el desempleo afecta a 18 millones de ciudadanos, el V Programa Marco de I+D pretende mejorar la calidad de vida, conseguir un desarrollo sostenible y un nivel de competencia creciente, así como la globalización de la actividad económica. Su aprobación supone a la vez un reto y una oportunidad para España. Un reto si nuestro país desea aprovechar en su beneficio los recursos económicos disponibles y obtener porcentajes de retorno similares a la aportación. Es una oportunidad si se quiere mejorar la competitividad a nivel internacional de las empresas y grupos de I+D españoles, establecer alianzas estratégicas en el futuro con instituciones de otros países e incrementar la sinergia con las actuaciones nacionales.

PYME

La pequeña empresa es una entidad independiente, creada para ser rentable, que no predomina en la industria a la que pertenece, cuya venta anual en valores no excede un determinado tope y el número de personas que la conforma no excede un determinado límite, y como toda empresa, tiene aspiraciones, realizaciones, bienes materiales y capacidades técnicas y financieras, todo lo cual, le permite dedicarse a la producción, transformación y/o prestación de servicios para satisfacer determinadas necesidades y deseos existentes en la sociedad"
La pequeña y mediana empresa (conocida también por el acrónimo PyME, actualmente sustantivizado como pyme)1 es una empresa con características distintivas, y tiene dimensiones con ciertos límites ocupacionales y financieros prefijados por los Estados o regiones. Las pymes son agentes con lógicas, culturas, intereses y un espíritu emprendedor específicos. Usualmente se ha visto también el término MiPyME (acrónimo de "micro, pequeña y mediana empresa"), que es una expansión del término original, en donde se incluye a la microempresa.

Importancia

Las pequeñas y medianas empresas cumplen un importante papel en la economía de todos los países. Los países de la OCDE suelen tener entre el 70% y el 90% de los empleados en este grupo de empresas.2 Las principales razones de su existencia son:
Pueden realizar productos individualizados en contraposición con las grandes empresas que se enfocan más a productos más estandarizados.
Sirven de tejido auxiliar a las grandes empresas. La mayor parte de las grandes empresas se valen de empresas subcontratadas menores para realizar servicios u operaciones que de estar incluidas en el tejido de la gran corporación redundaría en un aumento de coste.
Existen actividades productivas donde es más apropiado trabajar con empresas pequeñas, como por ejemplo el caso de las cooperativas agrícolas.


Ventajas e inconvenientes
La mayor ventaja de una pyme es su capacidad de cambiar rápidamente su estructura productiva en el caso de variar las necesidades de mercado, lo cual es mucho más difícil en una gran empresa, con un importante número de empleados y grandes sumas de capital invertido. Sin embargo el acceso a mercados tan específicos o a una cartera reducida de clientes aumenta el riesgo de quiebra de estas empresas, por lo que es importante que estas empresas amplíen su mercado o sus clientes.
Financiación. Las empresas pequeñas tienen más dificultad de encontrar financiación a un coste y plazo adecuados debido a su mayor riesgo. Para solucionar esto se recurren a las SGR y capital riesgo.
Empleo. Son empresas con mucha rigidez laboral y que tiene dificultades para encontrar mano de obra especializada. La formación previa del empleado es fundamental para éstas.
Tecnología. Debido al pequeño volumen de beneficios que presentan estas empresas no pueden dedicar fondos a la investigación, por lo que tienen que asociarse con universidades o con otras empresas.
Acceso a mercados internacionales. El menor tamaño complica su entrada en otros mercados. Desde las instituciones públicas se hacen esfuerzos para formar a las empresas en las culturas de otros países.

Unión Europea
Según la Recomendación de la Comisión Europea de la Unión Europea de 6 de mayo de 2003, basándose en la Carta de la Pequeña Empresa emitida en el Consejo Europeo de Santa María da Feira en junio de 2000, con entrada en vigor el 1 de enero de 2005, es la unidad económica con personalidad jurídica o física que reúna los siguientes requisitos

Mapa de regiones industriales


industrias de retroceso

Para el último año completo también se registra caída, que en este caso es de 2,08
por ciento. Durante la crisis del 99 las caídas anuales se acercaron al 16 por ciento.
En noviembre pasado las ventas también sufrieron una caída importante del orden del
14,77 por ciento,en comparación con el mismo mes del 2007, mientras que el
empletotal del sector manufacturero sin trilla de café se redujo 4,13 por ciento.
En el penúltimo mes del 2008, las actividades industriales que sobresalen por
su variación negativa frente a noviembre del 2007 fueron vehículos automotores
(2,7 por ciento), molinería y almidones (1,6 por ciento), prendas de vestir
(1,3 por ciento), sustancias químicas básicas (1,2 por ciento) y bebidas
(0,9 por ciento). Por su parte, los sectores que muestran contribuciones positivas no
llegan al uno por ciento de crecimiento, cada uno. Se destacan papel (0,3 por ciento),
carne y pescado (0,2 por ciento), actividades de edición (0,2 por ciento) y cerámica no
refractaria. Por períodos más largos hasta el mes en análisis, la reducción de la industria
manufacturera nacional también se evidencia. En los últimos doce meses, contados
entre diciembre del 2007 y noviembre del 2008, el Dane informó que la producción
real de la industria manufacturera tuvo un descenso de 2,08 por ciento. En ese período
que comprende los últimos doce meses hasta noviembre, las ventas tienen un descenso
de 1,95 por ciento, en tanto que el empleo vinculado al sector industrial sufrió un descenso
de 0,68 por ciento. En el comportamiento de este sector productivo en el año corrido
que va de enero a noviembre del 2008, el decrecimiento llegó al 3 por ciento, en materia
de producción. Por su parte, la venta de los industriales cayó 2,99 por ciento. En el caso
del empleo que generó la industria, sin tener en cuenta la trilla de café, el Dane informó
que lo que se presentó fue un descenso de 0,94 por ciento respecto al mismo período
del 2007.Para el último año completo también se registra caída, que en este caso es de
2,08 por ciento. Durante la crisis del 99 las caídas anuales se acercaron al 16 por ciento.
En noviembre.
pasado las ventas también sufrieron una caída importante del orden del 14,77 por ciento,
en comparación con el mismo mes del 2007, mientras que el empleo total del sector
manufacturero sin trilla de café se redujo 4,13 por ciento. En el penúltimo mes del 2008,
las actividades industriales que sobresalen por su variación negativa frente a noviembre
del 2007 fueron vehículos automotores (2,7 por ciento), molinería y almidones (1,6 por ciento)
, prendas de vestir (1,3 por ciento), sustancias químicas básicas (1,2 por ciento) y bebidas
(0,9 por ciento). Por su parte, los sectores que muestran contribuciones positivas no llegan
al uno por ciento de crecimiento, cada uno. Se destacan papel (0,3 por ciento), carne y
pescado (0,2 por ciento), actividades de edición (0,2 por ciento) y cerámica no refractaria.
Por períodos más largos hasta el mes en análisis, la reducción de la industria manufacturera
nacional también se evidencia. En los últimos doce meses, contados entre diciembre del
2007 y noviembre del 2008, el Dane informó que la producción real de la industria
manufacturera tuvo un descenso de 2,08 por ciento. En ese período que comprende los
últimos doce meses hasta noviembre, las ventas tienen un descenso de 1,95 por ciento,
en tanto que el empleo vinculado al sector industrial sufrió un descenso de 0,68 por ciento
. En el comportamiento de este sector productivo en el año corrido que va de enero a
noviembre del 2008, el decrecimiento llegó al 3 por ciento, en materia de producción.
Por su parte, la venta de los industriales cayó 2,99 por ciento. En el caso del empleo
que generó la industria, sin tener en cuenta la trilla de café, el Dane informó que lo que
se presentó fue un descenso de 0,94 por ciento respecto al mismo período del 2007.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sostuvo ayer que el crecimiento
económico fue de 0.83% en el mes de octubre. De esta manera, acumuló en los primeros
diez meses del año un avance de 0.18%. En octubre la actividad Agropecuaria avanzó
0.27%, impulsada por el subsector Pecuario (4.57%), mientras el sector Pesca cayó
18.21% debido al resultado negativo de la Pesca Marítima (-19.88%). Por su parte,
la actividad Manufacturera retrocedió 6.51% debido a la caída de los subsectores
Fabril Primario (-12.13%) y Fabril No Primario (-5.53%). Finalmente, el sector
Construcción avanzó 10.74% mientras que Comercio cayó 0.22%.
En este panorama, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) manifestó ayer que el
2009 fue un año negativo para la manufactura nacional, cerrando el año en un escenario
de reducción del consumo interno y de mercados externos que se contrajeron como
consecuencia de la crisisfinanciera internacional.
“Los estimados de inversión que fueron programados para un crecimiento de la
economía el año 2009 del orden del 6.5% tuvieron que ajustarse ante el nuevo
panorama marcado por caída de la producción, menor utilización de la capacidad
instalada, menor y contratación de trabajadores”, sostuvo el presidente de este gremio,
José Luis Olaechea.
En ese sentido, el gremio industrial sostuvo que al cierre de este año, el sector fabril
habrá experimentado una caída de 7.1%, mientras que la producción de Bienes de
Consumo caerá en 8.4%.
Por ello, los industriales manifestaron que para que esta situación se revierta en
2010 deben incrementarse los gastos en inversión de gobiernos regionales y locales
(reducidos en le presupuesto del 2010), además de haber un significativo aumento
de la inversión pública del Gobierno Central (electricidad, saneamiento, infraestructura).

industrias de retroceso

Para el último año completo también se registra caída, que en este caso es de 2,08
por ciento. Durante la crisis del 99 las caídas anuales se acercaron al 16 por ciento.
En noviembre pasado las ventas también sufrieron una caída importante del orden del
14,77 por ciento,en comparación con el mismo mes del 2007, mientras que el
empletotal del sector manufacturero sin trilla de café se redujo 4,13 por ciento.
En el penúltimo mes del 2008, las actividades industriales que sobresalen por
su variación negativa frente a noviembre del 2007 fueron vehículos automotores
(2,7 por ciento), molinería y almidones (1,6 por ciento), prendas de vestir
(1,3 por ciento), sustancias químicas básicas (1,2 por ciento) y bebidas
(0,9 por ciento). Por su parte, los sectores que muestran contribuciones positivas no
llegan al uno por ciento de crecimiento, cada uno. Se destacan papel (0,3 por ciento),
carne y pescado (0,2 por ciento), actividades de edición (0,2 por ciento) y cerámica no
refractaria. Por períodos más largos hasta el mes en análisis, la reducción de la industria
manufacturera nacional también se evidencia. En los últimos doce meses, contados
entre diciembre del 2007 y noviembre del 2008, el Dane informó que la producción
real de la industria manufacturera tuvo un descenso de 2,08 por ciento. En ese período
que comprende los últimos doce meses hasta noviembre, las ventas tienen un descenso
de 1,95 por ciento, en tanto que el empleo vinculado al sector industrial sufrió un descenso
de 0,68 por ciento. En el comportamiento de este sector productivo en el año corrido
que va de enero a noviembre del 2008, el decrecimiento llegó al 3 por ciento, en materia
de producción. Por su parte, la venta de los industriales cayó 2,99 por ciento. En el caso
del empleo que generó la industria, sin tener en cuenta la trilla de café, el Dane informó
que lo que se presentó fue un descenso de 0,94 por ciento respecto al mismo período
del 2007.Para el último año completo también se registra caída, que en este caso es de
2,08 por ciento. Durante la crisis del 99 las caídas anuales se acercaron al 16 por ciento.
En noviembre.
pasado las ventas también sufrieron una caída importante del orden del 14,77 por ciento,
en comparación con el mismo mes del 2007, mientras que el empleo total del sector
manufacturero sin trilla de café se redujo 4,13 por ciento. En el penúltimo mes del 2008,
las actividades industriales que sobresalen por su variación negativa frente a noviembre
del 2007 fueron vehículos automotores (2,7 por ciento), molinería y almidones (1,6 por ciento)
, prendas de vestir (1,3 por ciento), sustancias químicas básicas (1,2 por ciento) y bebidas
(0,9 por ciento). Por su parte, los sectores que muestran contribuciones positivas no llegan
al uno por ciento de crecimiento, cada uno. Se destacan papel (0,3 por ciento), carne y
pescado (0,2 por ciento), actividades de edición (0,2 por ciento) y cerámica no refractaria.
Por períodos más largos hasta el mes en análisis, la reducción de la industria manufacturera
nacional también se evidencia. En los últimos doce meses, contados entre diciembre del
2007 y noviembre del 2008, el Dane informó que la producción real de la industria
manufacturera tuvo un descenso de 2,08 por ciento. En ese período que comprende los
últimos doce meses hasta noviembre, las ventas tienen un descenso de 1,95 por ciento,
en tanto que el empleo vinculado al sector industrial sufrió un descenso de 0,68 por ciento
. En el comportamiento de este sector productivo en el año corrido que va de enero a
noviembre del 2008, el decrecimiento llegó al 3 por ciento, en materia de producción.
Por su parte, la venta de los industriales cayó 2,99 por ciento. En el caso del empleo
que generó la industria, sin tener en cuenta la trilla de café, el Dane informó que lo que
se presentó fue un descenso de 0,94 por ciento respecto al mismo período del 2007.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sostuvo ayer que el crecimiento
económico fue de 0.83% en el mes de octubre. De esta manera, acumuló en los primeros
diez meses del año un avance de 0.18%. En octubre la actividad Agropecuaria avanzó
0.27%, impulsada por el subsector Pecuario (4.57%), mientras el sector Pesca cayó
18.21% debido al resultado negativo de la Pesca Marítima (-19.88%). Por su parte,
la actividad Manufacturera retrocedió 6.51% debido a la caída de los subsectores
Fabril Primario (-12.13%) y Fabril No Primario (-5.53%). Finalmente, el sector
Construcción avanzó 10.74% mientras que Comercio cayó 0.22%.
En este panorama, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) manifestó ayer que el
2009 fue un año negativo para la manufactura nacional, cerrando el año en un escenario
de reducción del consumo interno y de mercados externos que se contrajeron como
consecuencia de la crisisfinanciera internacional.
“Los estimados de inversión que fueron programados para un crecimiento de la
economía el año 2009 del orden del 6.5% tuvieron que ajustarse ante el nuevo
panorama marcado por caída de la producción, menor utilización de la capacidad
instalada, menor y contratación de trabajadores”, sostuvo el presidente de este gremio,
José Luis Olaechea.
En ese sentido, el gremio industrial sostuvo que al cierre de este año, el sector fabril
habrá experimentado una caída de 7.1%, mientras que la producción de Bienes de
Consumo caerá en 8.4%.
Por ello, los industriales manifestaron que para que esta situación se revierta en
2010 deben incrementarse los gastos en inversión de gobiernos regionales y locales
(reducidos en le presupuesto del 2010), además de haber un significativo aumento
de la inversión pública del Gobierno Central (electricidad, saneamiento, infraestructura).

Factores de localización



Existen diferentes factores que influyen en la decisión empresarial de instalarse en un lugar o trasladarse a otro. Su estudio ayuda a entender los mapas industriales, es decir, la acumulación de empresas en ciertos territorios frente a su escasez en otros.

Antes de decidir la localización más conveniente, las empresas valoran esos factores en función de sus necesidades y del deseo de ahorrar costes y, en consecuencia, de aumentar los beneficios.

Estos factores, cuyo peso ha ido cambiando con el paso del tiempo, son fundamentalmente los siguientes:

La existencia de recursos naturales. Fue un factor de localización decisivo en el pasado, cuando el coste del transporte era muy elevado, y los medios y la red, insuficientes. Las primeras fábricas se situaban junto a las minas, para estar cerca de las fuentes de materias primas y energía. Hoy, las materias primas y los recursos energéticos, como el petróleo, la electricidad o el gas natural, se transportan a largas distancias en grandes cantidades. Solo las industrias que necesitan mucha energía optan por situarse cerca de plantas hidroeléctricas y en torno a los grandes puertos.
El transporte y las comunicaciones. Normalmente, las empresas se sitúan en lugares bien comunicados, pues esto facilita la llegada de materias primas, el traslado de empleados y clientes y la salida de sus productos. Tener un buen transporte es fundamental, sobre todo para las industrias que desplazan un gran volumen de mercancías pesadas o perecederas. Pero los actuales medios de transporte son rápidos, tienen gran capacidad de carga y son baratos, lo que ha favorecido la creación de fábricas en lugares en los que no existían antiguamente.
La disponibilidad, cualificación y coste de la mano de obra. Cuando se necesita abundante mano de obra poco cualificada, a menudo las grandes empresas de los países desarrollados instalan parte de sus procesos industriales en áreas del Tercer Mundo, donde los salarios son más bajos y no hay una tradición sindical. A este fenómeno se le denomina deslocalización. Si, por el contrario, la industria exige una mano de obra cualificada, se establece en las inmediaciones de las grandes ciudades de los países desarrollados.
La proximidad de otras industrias similares. Algunas industrias mantienen su emplazamiento tradicional porque se benefician de las infraestructuras y servicios existentes, así como de la presencia de otras industrias similares o complementarias; de este modo, pueden compartir con ellas algunos servicios o subcontratar ciertos procesos industriales. La aglomeración de empresas es muy valorada, por ejemplo, para las industrias que fabrican piezas o realizan tareas que venden a otras, lo que origina la formación de redes de empresas que trabajan de forma coordinada y benefician a todos los participantes.
La cercanía de los mercados de venta, es decir, de las regiones más densamente pobladas. Constituye un factor importante para las industrias que utilizan materias primas poco voluminosas o ya transformadas (chapa de acero, piezas mecánicas, papel, componentes electrónicos...), y también para las que fabrican bienes de consumo para la población (muebles, automóviles, electrodomésticos o libros), que normalmente se sitúan en la periferia de las grandes ciudades, donde hay más consumidores.
Factores políticos. Las ayudas públicas, las ventajas fiscales, la legislación laboral y medioambiental más o menos permisiva, la estabilidad política y la receptividad a las inversiones extranjeras explican también la localización de muchas industrias.
La calidad del medio ambiente. Un clima y un paisaje agradables, la estabilidad social, etc.
Los factores personales. La localización de muchas industrias, sobre todo las que tienen un origen personal o familiar, depende también de las preferencias del empresario. Sin embargo, el criterio personal suele tener en cuenta los factores generales.
Los factores que inciden en la localización industrial han variado a lo largo del tiempo debido a los cambios tecnológicos y de organización empresarial. En la actualidad son, ante todo, de carácter económico (la abundancia de recursos naturales, la disponibilidad de mano de obra, la proximidad a los mercados, la buena comunicación, etc.), pero también han adquirido importancia aspectos como el conocimiento directo del territorio, la calidad del medio ambiente o la percepción del empresario.